Fiduciam no ha cesado su actividad durante el estado de alarma, tanto es así que esta semana ha cerrado dos transacciones por un total de casi 2,5 millones de euros.
La complejidad de las operaciones significó la imposibilidad por parte de la banca tradicional de proporcionar la financiación necesaria en los plazos requeridos. Sin embargo, Fiduciam, con la experiencia de haber seguido financiando en el resto de Europa durante esta crisis sanitaria, supo encontrar la solución para satisfacer las necesidades de ambas.
Tras el último anuncio del gobierno español en el que se confirmó la extensión del estado de alarma hasta el 24 de mayo, la dificultad para cerrar este tipo de transacciones ha incrementado considerablemente. El acceso a las notarías no es fácil, dado que tienen disponibilidad muy limitada a causa de las restrictivas medidas impuestas por la situación de emergencia.
Ambos casos requerían financiación para superar los contratiempos provocados por la crisis del Coronavirus.
El primero consistió en un bridging loan de 24 meses, concedido en un plazo de tiempo en que los principales bancos españoles no pudieron competir. La financiación concedida proporcionó capital circulante a una constructora para llevar a cabo una serie de proyectos para la administración pública. El colateral se compone de varias naves industriales completamente alquiladas a las afueras de Barcelona.
La segunda financiación fue dirigida a finalizar la construcción de una villa en un complejo de golf en la Costa del Sol, que había quedado totalmente paralizada debido al estado de alarma. Esta transacción implicó a tres jurisdicciones extranjeras diferentes, lo que supuso un impedimento más para acceder a la financiación tradicional por la falta del historial de los propietarios en España.
Cristina Villén, originadora de financiación del equipo español en Fiduciam, afirma:
“Es siempre gratificante poder proporcionar fondos para proyectos en los que las SMEs no encuentran el respaldo de los bancos tradicionales. Pero en estos momentos, dada la crisis de COVID-19, es especialmente reconfortante ayudar a superar los obstáculos causados por el estado de emergencia. Esto demuestra cómo las pequeñas y medias empresas reman contra viento y marea para sacar adelante sus negocios”.
“A pesar de que esta crisis haya vuelto a poner a prueba a España, no dudo que mi país saldrá fuerte y yo seguiré poniendo mi granito de arena apoyando a nuestros empresarios y pymes españolas”.