Una compañía metalúrgica fundada en 1976 decide cesar su actividad, debido a la avanzada edad de su propietario y a que surge la posibilidad de cambiar el uso del suelo de la nave industrial a residencial. Este proyecto les aportaría una mayor rentabilidad que la actual actividad; es por esto que el cliente busca financiación para proceder a la liquidación de la actual compañía mientras espera a la obtención del cambio del uso del suelo que le permitirá desarrollar su promoción inmobiliaria. Ningún otro competidor pudo ofrecer un producto que se ajustase tanto a sus necesidades de financiación en cuanto a tipo de interés, tiempo de ejecución y atención al cliente.